Pareciera estar escondido, resguardado por la naturaleza para no ser dañado. Se trata del Parque Ecoturístico Corral de Piedra en el municipio de Amanalco, el cual está rodeado de montañas repletas de pinos altos donde las nubes parecen tocarlos, el sol se posa sobre ellos, los ilumina y un destello dorado aparece en el cielo, el cual crea un espejo en el lago de agua clara, generando un reflejo de cada detalle que te rodea, lo que te hace pensar que estás en la escena de un cortometraje, dentro de una postal o en un sueño que tu mente ha creado cuando duermes.
Corral de Piedra se caracteriza principalmente por su tranquilidad, la que se siente en sus calles empedradas, los espacios que comparten los residentes y entre las personas que viven y conviven.
Antes de iniciar con este viaje y explicarte cómo llegar, te compartimos algunos consejos: ocupa dos días para disfrutar de este lugar, de preferencia fin de semana, te sugerimos llegar temprano; toma en cuenta que algunos tramos son terracería y que aquí no hay señal para ningún aparato electrónico por lo que estarás incomunicado, así podrás desconectarte por completo.
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¡Comencemos! Si vienes de la Ciudad de México toma la carretera con dirección a Toluca, ahí tendrás dos opciones: la autopista hacia Valle de Bravo o la carretera libre, ambas son seguras, si eliges la primera, antes de llegar a Valle toma la salida hacia Amanalco y si prefieres no pagar la autopista, la carretera te llevará hasta el municipio.
Al llegar al centro de Amanalco pregunta a cualquier persona cómo llegar al Parque Ecoturístico; todos los residentes lo ubican y te saben dar indicaciones sobre el camino que debes tomar, es aquí donde comenzará la aventura y tendrás que adentrarte al bosque, en el trayecto te asombrarás por la belleza de la naturaleza, te sorprenderá el camino y la vida que llevan los que viven en el lugar.
A través de la ventana de tu auto podrás ver los borregos, pachones y blancos que andan entre las praderas, causa ternura como dan pequeños brinquitos en el pasto verde cubierto de una pequeñas flores bancas con el centro amarillo, también otros son acarreados por sus dueños, quienes llevan caballos o burros para ayudarse.
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Lo que te dejará encantado será la arquitectura de las casas a lo largo del camino que te lleva hacia el destino; son pequeñas casas, algunas hechas de madera con techos tipo teja artesanal. En su paredes se aprecian varias ollas que cuelgan, en las que tal vez cocinan los guisos para sus fiestas, imágenes que refuerzan que este sitio pareciera ser aparte, único y especial.
Tras dos horas de viaje habrás llegado al Parque Ecoturístico, la entrada por persona tiene un costo de $20, mismo costo que tendrás que cubrir por tu auto. Recuerdas que anteriormente te recomendamos ocupar dos días para apreciar este lugar, pues lo ideal es que pases una noche en medio del bosque.
Lo puedes hacer en una casa de campaña que tiene un precio de $200; también hay opciones de cabañas para cinco, seis, ocho y 20 personas, al dormir una noche en ellas tendrás que pagar: $1250, $1500, $2000 y $4000, respectivamente.
Aquí, como no hay señal, tampoco encontrarás lugares para comprar alimentos o bebidas, por lo que si tienes el plan de quedarte, lleva todos los artículos y alimentos necesarios para alimentarte, hidratarte y cubrirte durante lo noche y el día; el clima es templado, pero el frío no cala los huesos y el calor no sofoca.
Estando ahí puedes contemplar y valorar cada detalle de la exuberante naturaleza, explorar el lugar, practicar senderismo, descansar, capturar en una fotografía ese momento o andar en bicicleta, las que puedes rentar por 200 pesos. También puedes practicar futbol en su cancha de pasto natural adecuada con pequeñas porterías, balancearse en los columpios hechos de madera natural, pescar y llegar hasta el puente hecho de madera.
Ahí encontrarás opciones de tipo glamping, estos lugares combinan la experiencia de acampar al aire libre y los servicios que ofrece un hotel, para diferenciar tu hospedaje, los lugares incluyen hamacas, chimenea y asador, una noche va de los 2 mil 620 pesos a los 4 mil 150.
Si llegaste el sábado y pasaste la noche entre el bosque, la mañana del domingo puedes regresar al centro de Amanalco, visitar su iglesia y desayunar en el mercado que se instala aquí mismo donde podrás encontrar antojitos mexicanos como quesadillas, gorditas, tlacoyos, así como tacos de cecina y longaniza acompañado de papas, nopales y verdura. Pero si quieres probar el platillo endémico de la región, busca algún restaurante donde ofrecen la trucha arcoíris, este tipo de pescado nace, se comercializa y se cocina en Amanalco. Es así como concluye la aventura.