/ lunes 11 de noviembre de 2024

Surrealismo Político / El reto de la seguridad

Los primeros días del gobierno de la primera mujer Presidenta de México, y la 66 en la historia de este país, no tienen el mejor comienzo. Y no se debe culpar a las y los mexicanos de ese fallido inicio, porque el encuentro -virtual- que sostuvo con el virtual Presidente Electo de los Estados Unidos, Donald Trump matizan esa percepción también internacional, al decirle que le saludara a López Obrador, lo que el surrealismo traduciría como “al que manda”.

Un saludo con gran carga de mensaje que permite observar que existe una fallida presentación de la fuerza y poder de Claudia Sheinbaum Pardo, y no es un asunto de violencia, ni en razón de género.

El tema de la inseguridad no inicia con la Presidenta Sheinbaum, este tema se desbordó ante la fallida estrategia de su antecesor y guía, Andrés Manuel López Obrador, que pregonaba “abrazos no balazos”, y que no tuvo sonrojo para saludar, defender y emitir recomendaciones a los grupos delincuenciales, demeritando su propia responsabilidad.

El país presenta grave presencia de grupos que actúan fuera de la ley, y las fuerzas de seguridad en sus dichos reconocen esa presencia y la percepción es de que no hacen nada para disolverlos y proteger a la sociedad.

En Sinaloa, el Ejército no actuaba porque estaba a la espera de que los dos grupos delincuenciales terminaran sus diferencias; en Guerrero se dio a conocer el inicio de un operativo de búsqueda de 16 desaparecidos “retenidos contra su voluntad por el grupo conocido como Los Ardillos”.

Esto nos muestra que no es una percepción equivocada de la sociedad creer que existen grupos delincuenciales que mantienen sometido a productores en Michoacán, con carros bomba en Guanajuato, con secuestro de comunidades en Chiapas, con ataques en Querétaro y señalamientos graves de corrupción, el más reciente en Veracruz presuntamente cometido por quien gobernaba del partido en el poder federal, MORENA.

Por si todo eso no bastara, ahora el saludo a López Obrador y la incorporación de Rosario Piedra a la terna para mantenerla en la fallida Comisión Nacional de Derechos Humanos, y la Reforma Judicial nos muestra una terrible complicidad del poder contra sus gobernados.

Estamos en una condición de vulnerabilidad que no se termina con el señalamiento de que el Poder está siendo atacado por la existencia de la crítica y apuntarlos con el dedo flamígero de “traidores”.

Hace falta una política resiliente, un mensaje de unidad para las y los mexicanos, una propuesta de que se tiene el control del gobierno no para someter y castigar, sino para gobernar en justicia con derechos humanos. De lo contrario, habrá que sumarle al IDH, Índice de Desarrollo Humano, el subdesarrollo al que está sometiendo un gobierno que busca mantener el poder sometiendo los valores que forjaron democracia. ¿Surrealismo?

Los primeros días del gobierno de la primera mujer Presidenta de México, y la 66 en la historia de este país, no tienen el mejor comienzo. Y no se debe culpar a las y los mexicanos de ese fallido inicio, porque el encuentro -virtual- que sostuvo con el virtual Presidente Electo de los Estados Unidos, Donald Trump matizan esa percepción también internacional, al decirle que le saludara a López Obrador, lo que el surrealismo traduciría como “al que manda”.

Un saludo con gran carga de mensaje que permite observar que existe una fallida presentación de la fuerza y poder de Claudia Sheinbaum Pardo, y no es un asunto de violencia, ni en razón de género.

El tema de la inseguridad no inicia con la Presidenta Sheinbaum, este tema se desbordó ante la fallida estrategia de su antecesor y guía, Andrés Manuel López Obrador, que pregonaba “abrazos no balazos”, y que no tuvo sonrojo para saludar, defender y emitir recomendaciones a los grupos delincuenciales, demeritando su propia responsabilidad.

El país presenta grave presencia de grupos que actúan fuera de la ley, y las fuerzas de seguridad en sus dichos reconocen esa presencia y la percepción es de que no hacen nada para disolverlos y proteger a la sociedad.

En Sinaloa, el Ejército no actuaba porque estaba a la espera de que los dos grupos delincuenciales terminaran sus diferencias; en Guerrero se dio a conocer el inicio de un operativo de búsqueda de 16 desaparecidos “retenidos contra su voluntad por el grupo conocido como Los Ardillos”.

Esto nos muestra que no es una percepción equivocada de la sociedad creer que existen grupos delincuenciales que mantienen sometido a productores en Michoacán, con carros bomba en Guanajuato, con secuestro de comunidades en Chiapas, con ataques en Querétaro y señalamientos graves de corrupción, el más reciente en Veracruz presuntamente cometido por quien gobernaba del partido en el poder federal, MORENA.

Por si todo eso no bastara, ahora el saludo a López Obrador y la incorporación de Rosario Piedra a la terna para mantenerla en la fallida Comisión Nacional de Derechos Humanos, y la Reforma Judicial nos muestra una terrible complicidad del poder contra sus gobernados.

Estamos en una condición de vulnerabilidad que no se termina con el señalamiento de que el Poder está siendo atacado por la existencia de la crítica y apuntarlos con el dedo flamígero de “traidores”.

Hace falta una política resiliente, un mensaje de unidad para las y los mexicanos, una propuesta de que se tiene el control del gobierno no para someter y castigar, sino para gobernar en justicia con derechos humanos. De lo contrario, habrá que sumarle al IDH, Índice de Desarrollo Humano, el subdesarrollo al que está sometiendo un gobierno que busca mantener el poder sometiendo los valores que forjaron democracia. ¿Surrealismo?