/ lunes 10 de junio de 2024

Surrealismo Político | El nuevo mapa político de Guerrero

El estado de Guerrero, como el país, tiene un nuevo mapa político, cambiaron las tonalidades de los colores y con ello, cambiaron actores políticos que serán encargados de regir las políticas públicas y gobernar sobre quienes votamos y sobre quienes optaron por que otros y otras determinen el rumbo de sus vidas.

El nuevo mapa político tiene, sin embargo, un riesgo que quienes no salieron a votar, no dimensionaron, quizá por no entender eso de que lo intangible no entra a sus vidas sino solo aquello que tienen en sus manos, y es una beca o una pensión, donde es claro que no hubo reflexión del significado de que hayan suprimido equilibrios y entregaran el poder sin el recuerdo de la experiencia de lo que es estar bajo un poder hegemónico.

Mientras el festejo continúa para quienes recibieron su Constancia que los acredita ser representantes populares, hay que recordar uno de esos elementos que han querido eliminar quienes aún en este momento gobierna el país, que quien evalúa las votaciones es ciudadano, y que hasta cierto punto, han buscado que no se trastoque la voluntad popular, aunque no estén algunos exentos de estar muy ligados al poder, y que el otro factor es que, esas Constancias tienen la voz silenciosa de un electorado que acudió a las urnas, aunque aún falta definir bajo que principios lo hicieron.

Por ello, habría que preguntarnos en qué momento entra el pueblo al festejo del triunfo de quienes tienen el poder virtual en sus manos.

El pueblo que decidió que el color guinda permee en un país que ha tenido bajo ese manto el rojo púrpura de la sangre y la desconfianza de la seguridad.

El pueblo que decidió acabar con una dictadura perfecta para levantar una nueva, lo que indica que el asunto de una geografía con graves problemas solo tiene cambio de estafeta pero no de personajes, por lo tanto, las decisiones no tienen porque sorprendernos, sino espantarnos cuando las libertades pasen a otro nivel, el de la supresión que conlleva miedo y aniquilamiento de ideologías para pasar al del adoctrinamiento a rajatabla.

El mapa tiene personajes que estarán buscando catapultar ideas, proyectos y sembrar esperanza, pero quizá tengan que enfrentarse a otros personajes que estarán buscando no el presente, sino el futuro, y en aras de ello, iniciarán los acomodos que les permita ser amoldar sus propias propuestas, como sea.

¿Qué debemos hacer para que ese mapa político no pase por los derechos humanos? Revisar a cada personaje que integra el poder. Asumir la ciudadanía como un cargo inherente a nuestra vida cotidiana, y hacer que las propuestas se conviertan en acciones.

De lo contrario estaremos ante un mapa de personajes que avasallaran para erigirse en un poder que no termine hasta que se convierta en la nueva dictadura perfecta. Surrealismo?

El estado de Guerrero, como el país, tiene un nuevo mapa político, cambiaron las tonalidades de los colores y con ello, cambiaron actores políticos que serán encargados de regir las políticas públicas y gobernar sobre quienes votamos y sobre quienes optaron por que otros y otras determinen el rumbo de sus vidas.

El nuevo mapa político tiene, sin embargo, un riesgo que quienes no salieron a votar, no dimensionaron, quizá por no entender eso de que lo intangible no entra a sus vidas sino solo aquello que tienen en sus manos, y es una beca o una pensión, donde es claro que no hubo reflexión del significado de que hayan suprimido equilibrios y entregaran el poder sin el recuerdo de la experiencia de lo que es estar bajo un poder hegemónico.

Mientras el festejo continúa para quienes recibieron su Constancia que los acredita ser representantes populares, hay que recordar uno de esos elementos que han querido eliminar quienes aún en este momento gobierna el país, que quien evalúa las votaciones es ciudadano, y que hasta cierto punto, han buscado que no se trastoque la voluntad popular, aunque no estén algunos exentos de estar muy ligados al poder, y que el otro factor es que, esas Constancias tienen la voz silenciosa de un electorado que acudió a las urnas, aunque aún falta definir bajo que principios lo hicieron.

Por ello, habría que preguntarnos en qué momento entra el pueblo al festejo del triunfo de quienes tienen el poder virtual en sus manos.

El pueblo que decidió que el color guinda permee en un país que ha tenido bajo ese manto el rojo púrpura de la sangre y la desconfianza de la seguridad.

El pueblo que decidió acabar con una dictadura perfecta para levantar una nueva, lo que indica que el asunto de una geografía con graves problemas solo tiene cambio de estafeta pero no de personajes, por lo tanto, las decisiones no tienen porque sorprendernos, sino espantarnos cuando las libertades pasen a otro nivel, el de la supresión que conlleva miedo y aniquilamiento de ideologías para pasar al del adoctrinamiento a rajatabla.

El mapa tiene personajes que estarán buscando catapultar ideas, proyectos y sembrar esperanza, pero quizá tengan que enfrentarse a otros personajes que estarán buscando no el presente, sino el futuro, y en aras de ello, iniciarán los acomodos que les permita ser amoldar sus propias propuestas, como sea.

¿Qué debemos hacer para que ese mapa político no pase por los derechos humanos? Revisar a cada personaje que integra el poder. Asumir la ciudadanía como un cargo inherente a nuestra vida cotidiana, y hacer que las propuestas se conviertan en acciones.

De lo contrario estaremos ante un mapa de personajes que avasallaran para erigirse en un poder que no termine hasta que se convierta en la nueva dictadura perfecta. Surrealismo?