Este día 30 de septiembre de 2024, un hombre, Andrés Manuel López Obrador, que buscó el poder constitucional desde el más alto punto de representación popular, la Presidencia de la República, deja el cargo. Quien se ofertó como alternativa esperanzadora para gobernar, solo consiguió dejar fuera las siglas del PRI y del PAN del Poder, para pasarlos a sus filas y hacer un nuevo momento de poder absoluto con MORENA.
El discurso de su salida que sin duda dará y será aplaudido por quienes tienen en sus manos intereses de poder y de pensión, se enfrenta a la realidad de su despedida constitucional: Violencia, desaparecidos, enfrentamientos, militarización y zonas de desastre natural sin FONDEN, Fideicomiso de Fondo de Ayuda para Desastres y su casa-habitación elegida por AMLO, Palacio Nacional, blindado.
En su última gira de trabajo, bueno, en su último recorrido por el país, no podía faltar su escala en Sinaloa, Andrés M. López dijo “durante todo el gobierno no tuvimos ningún problema, fue en estos últimos días, en estos últimos meses”. Y acostumbrado a no asumir ninguna responsabilidad, agregó “por una decisión que tomaron que no fue correcta y que se fraguó en el extranjero”.
Andrés M. López fue hasta el final el mismo, los problemas de su gobierno eran culpa del pasado y cuando ya no había de dónde parar la rueda del destino pasado, se encumbró como víctima del extranjero. Solo ejerció el poder para destruir las instituciones y acomodar las cartas para mantener el control.
Control que ahora está asumiendo la Gobernadora Evelyn Salgado Pineda en Guerrero para contener cualquier tipo de brote de inconformidad ante el desastre en el que está convertido el estado por el paso del Huracán John…
Guerrero tiene 8 regiones, el balance aún no puede determinarse de personas fallecidas, afectaciones carreteras, viviendas dañadas, etc., porque una gran parte del estado: Región centro, Costa Chica, Montaña, solo por citar algunos, estuvieron no solo aislados por las afectaciones a carreteras, sino por la falta de conexión celular y de internet y de luz.
Pero Acapulco está bajo el agua, la entidad está bajo el agua.
Y los esfuerzos gubernamentales son rebasados por la fuerza del agua que ha dejado sus cauces para correr por avenidas y calles principales de muchos municipios donde han tenido que evacuar a familias hasta por aire.
Así el adiós a AMLO, exhibido y repudiado por la mentira con que se condujo con el tema de los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos; exhibido en su caricaturesca imagen de hacer creer que ayudaba a Acapulco por Otis, atascado en el lodo y blindado en la zona naval; blindado con cortinas de acero para no escuchar los reclamos de las Madres y Padres de los 43 desparecidos en Iguala en 2014; Guerrero con inundaciones y con 115 mil 435 desaparecidos, con 171 mil 085 homicidios, con más crueldad en la violencia con los 10 cuerpos sin corazón en el estado de Morelos, y en esta despedida con 6 cuerpos sin vida apilados en un vehículo y un letrero con el que recibían a AMLO “Bienvenido a Culiacán”.
Pero podemos retomar un mensaje alentador que dijo en Culiacán: “yo confío en que pronto las cosas vuelvan a la calma”. Sí, también el resto del país, no el de sus seguidores, sino los pensantes, también así lo deseamos. ¿Surrealismo?