Mucho se habla del bien y el mal, muchas creencias nos dicen que al buen actuar hay recompensas, también se habla de lo contrario y hasta se define con una palabra, sí, se habla demeKarma como referencia del pago o castigo de una mala acción, todos de una forma u otra tenemos esas referencias, hay quienes inclusive las usan para calificar o justificar lo que les sucede a ellos o terceras personas, así pues el bien o el mal de nuestros actos tienen justificación y hasta aceptación.
Hablemos de política, hablemos de la Historia de Guerrero, la cual tiene varios eventos que son parte de la historia y hasta podrían tener el efecto del Karma político al que me voy a referir, no lo califico, pero puede ser causa y efecto final del sexenio de AMLO, hablemos del caso Ayotzinapa, del evento criminal y la maldad (por la forma) de la desaparición de 43 estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, el 26 de septiembre del 2014 un grupo de jovenes normalistas fueron objeto de un ataque de criminales en complicidad con autoridades policiacas de Iguala y otro municipio de la región norte y hasta se habla de la participación de elementos del ejército tal vez por comisión, pero queda claro que hubo omisión.
Andrés Manuel López Obrador aprovechó este suceso para hacerlo su bandera política, bandera con la que logró prácticamente destrozar al gobierno de Peña Nieto y también la desaparición del poder estatal en ese entonces a cargo de Ángel Aguirre Rivero (por cierto sería un ejemplo del karma político), el mal manejo de esta crisis, género muchas ganancias al movimiento de López Obrador y su trascendencia internacional fue bien aprovechada, Andrés Manuel, no tan solo socavo la legitimidad del gobierno federal, si no que de paso puso una pesada lápida sobre el PRI, partido que tenía el poder político nacional.
Ya se van a cumplir 10 años de lo sucedido, Ayotzinapa sigue siendo un movimiento latente, el cual ha sido administrado a conveniencia de Andrés Manuel López Obrador, ha engañado a los padres de los normalistas y desde la mañanera sigue echando culpas y hablando del pasado, no de su compromiso de resolverlo, apenas se da a conocer la reaprehensión del principal señalado como responsable directo, el "Gil" testigo protegido a cambio de señalar culpables políticos, esta recaptura llama la atención cuando el momento político va más allá del reclamo del movimiento de Ayotzinapa se da en la coyuntura del debate sobre la reforma al poder judicial y el cual de nueva cuenta aparece un número que podemos decir es cabalistico, si, la reforma tiene en contra a 43 Senadores de la oposición.
A días de terminar el sexenio (que no el mandato) de López Obrador, el que se apruebe o no la reforma al poder judicial, lo es todo para Andrés Manuel, si se aprueba, será otra más de sus venganzas y el cerrar con broche de oro (poder absoluto) su gobierno, la moneda está en el aire y aquí es donde resalta el número 43, la desaparición de lo 3 estudiantes fue parte de su ascenso al poder totalitario qué ya estableció, el que sean 43 senadores los que la rechacen, será el fracaso total de él, como político y como gobernante, esta suerte de final, beneficia más a Claudia Sheinbaum, que a la oposición, el partido que resista, ya sea el PRI, el PAN y el propio MC, resurgiran como opción de equilibrio político, social y hasta económico, de lo contrario, serán borrados y solo serán mero referente de cobardía política,
El poder judicial es el poder que establece el equilibrio entre el abuso del poder ejecutivo y el legislativo y por ende es garante de gobernabilidad, también lo es de la estabilidad política y económica, de no existir división de poderes, no hay democracia todo pasa a ser autocracia con muchos cómplices y un pueblo sometido, esta semana se sabrá si el movimiento estudiantil que le dio armas para ganar la presidencia, será parte de su derrota y el movimiento de los senadores de la oposición serán los que firmen, confirmen y sellen el fracaso de Andrés Manuel López y hablaríamos de... El Karma de los 43.
PD. Guerrero es referente de hechos del karma político, desde Caballero Aburto, que cae por el movimiento estudiantil que da vida a la UAG, pasando por Nogueda Otero y Figueroa Figueroa, también por Figueroa Alcocer y Ángel Aguirre Rivero, estos eventos son parte de la historia del Estado, movimientos sociales como Aguas Blancas, Estudiantiles en el 60 y Ayotzinapa.