La expresión "el beso de Judas" se refiere a un beso fingido o hipócrita, y se usa para describir la traición de alguien a quien se le tiene cariño o admiración. (frase que describe un acto de traición como tal).
Más allá de contexto bíblico, hay una connotación política presente y es por la controversia de un beso poco usual ya en estos tiempos, me refiero a los dados durante la toma de posesión de la presidenta (con A como lo exige) Claudia Sheinbaum Pardo, aclaró hubo muchos besos de saludo, de festejo, respeto y tal vez hasta de cortesía, pero hubo uno, uno que se pretendió negar, censurar y sobretodo desestimar con mentiras y hasta con el invento de la creación virtual por medio de la inteligencia artificial, la cosa era negar el evidente beso, el momento y la circunstancia, ¿era un beso de reciprocidad?, ¿de agradecimiento? o simplemente un desliz mental, emocional o hasta un mensaje inconsciente, ya se verá.
Me refiero al beso que Claudia le da en la mano a Manuel Velasco, sí, a ese besamanos que pretendieron negar su existencia, se armó polémica, se negó y hasta en redes sociales se acusó de ser falsa imagen, fue la propia Sheinbaum quien terminó reconociendo que efectivamente le besó la mano a Velasco, más allá de la interpretación que se le dé al hecho, a la justificación, la realidad es que, efectivamente Sheinbaum Pardo dio el besamano, reconocerlo dejó en mal y en ridículo a quien (es) pretendieron negarlo y peor aun politizarlo con la negación. Interpretaciones habrá muchas y será tema por el contexto y la circunstancia en que se dio el hecho.
Un beso de cortesía (tal obligada) en la mejilla de Norma Piña ministra presidenta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, también tiene su interpretación política, habla bien de quien toma el mando del ejecutivo, lo que viene o vendrá, ya será tema de discusión, oposición y análisis, primero el saludo, el beso y después el discurso ya no tan amable y con cierta amenaza de seguir la instrucción de AMLO, en relación a la imposición de la, Reforma Judicial que acaba con la independencia de un poder, el legislativo ya no existe, paso a ser apéndice sumiso del ejecutivo, saludo y beso comentado por muchos, censurado con la mirada y el gesto de López Obrador.
Hablando de Andrés Manuel López Obrador, también su saludo y beso a quien le hereda la silla presidencial (que no el poder, al menos por mutuo propio), el ósculo, tuvo e gesto de nostalgia prematura, de sentimiento encontrado y hasta de recordatorio, fue un incómodo momento para él, controlar el ego y deja de ser (que no de estar y ejercer), en fin un acto protocolario cargado de alegrías, aires de triunfo, mensajes de empoderamiento, de loas, de menciones al jefe, de solemnidad y de 3 momentos que serán parte de la historia de la toma de protesta de la primera presidenta de México.
Y bueno, retomemos la cita bíblica, las traiciones son parte de la vida política y de los políticos, es esencia de muchos, es parte de la historia universal, hay lealtades y la deslealtad es traición, en algunos es su esencia, para otros es opción obligada ya sea por presión o en búsqueda de salvación, de una forma u otra nadie se escapa, cabe preguntar si fuimos testigos de un cambio de gobierno con el sello de... El beso de Judas
PD. Quien recibió o quienes recibieron el beso de Judas, ¿AMLO, Claudia, Norma Piña o Manuel Velasco?, es aparte de muchos otros que de seguro se repartieron ese 1 primero de Octubre en el cual se destaca la A.