Hace unos días se aprobó la reforma a la Ley que prohíbe la Terapia de Conversión conocida como “Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual y la Identidad de Género” (Ecosig), misma que por primera vez se dio a conocer mediante el boletín 2658 que emitió la Cámara de Senadores el 18 de agosto de 2018 cuando fue propuesta por un legislador y hasta el año 2022 fue aprobada; sin embargo, quedó estancada y no prosperó.
Desde el 15 de diciembre de 1973, la Asociación Estadounidense de Psiquiatría retiró la homosexualidad de su manual conocido como DSM IV, sentando un precedente para esta parte de la población y fue hasta el 17 de mayo de 1990 que la Asamblea de la Organización Mundial de la Salud (OMS) (diecisiete años después) anunció que eliminaba la homosexualidad de su lista de enfermedades psiquiátricas, debido a que, explicaron, que etiquetar a las personas LGBTTTIQ+ está vinculada a la violencia física, moral sexual y psicoemocional.
Desde tiempos inmemoriales ha existido la homosexualidad. Los registros que se encuentran en la historia de los siete continentes nos demuestran que la homosexualidad u orientación sexual o la sodomía siempre han existido en todas las sociedades, en todas las culturas, en todas las civilizaciones.
Entre algunos ejemplos podemos citar a la poetisa Safo en la Isla de Lesbos; o en Egipto donde los esclavos eran tomados por su amo; o de Nerón quien se casó con tres hombres sucesivamente; no obstante, el término de sodomía viene en una cita bíblica en la que se dice que tanto Sodoma, como Gomorra, eran ciudades dedicadas a perversidades, incluyendo la sodomía (de allí que viene su nombre). Que como tenían relaciones sexuales entre el mismo sexo, Dios o Yahvé, mandó a quemarlas. Por ello, al divulgar este hecho en la Biblia, la sociedad más conservadora o religiosa impuso sus reglas morales y de desprecio.
En algunos lugares, la homosexualidad y el lesbianismo eran aceptados y vistos como normales; en otros, era castigada con formas muy crueles, en otras más, eran perseguidos, quemados, castrados, etcétera. Tras la aparición del Psicoanálisis, la homosexualidad empezó a tratarse como un desorden psiquiátrico, los homosexuales eran internados en centros de psiquiatría para someterlos a terapia de reorientación sexual, que incluía la terapia de aversión con electrochoques e incluso lobotomía.
De todos estos antecedentes se alimentó nuestra sociedad, con reglas morales y religiosas que permearon hasta en los consultorios psiquiátricos y todavía en estos tiempos hay quienes piensan que es antinatural y repudian a estas personas, anteponiendo la moral. Y ¿qué es la moral?
La moral, impuesta por las religiones, es un adjetivo que supuestamente regula la conducta humana para bien de la sociedad; son reglas que se imponen para señalar el bien y el mal. Una de las definiciones del diccionario es que es una palabra de origen latino que proviene del término moris (costumbre). Por lo tanto, se trata de un conjunto de creencias, costumbres, valores y normas en una persona o en una sociedad, y también fueron perseguidos en tiempos de la Inquisición.
Por fin, y venciendo apatías, con 267 votos a favor, 104 en contra y 33 abstenciones, el Pleno del Congreso aprobó reformar y adicionar las disposiciones del Código Penal Federal del Artículo 465 Bis de la Ley General de Salud, a fin de sancionar de dos a seis años de prisión y multa de mil a dos mil veces el valor de la Unidad Médica y Actualización quien realice, imparta, aplique, obligue o financie cualquier tipo de tratamiento, terapia, servicio o práctica que obstaculice, restrinja, impida, menoscabe, anule o suprima la orientación sexual. Identidad o expresión de género de una persona.