Tal y como lo mandata nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el 1 de septiembre marcó el inicio de una nueva Legislatura del Congreso de la Unión, la LXVI, un evento que conlleva el restablecimiento de un ciclo de trabajo legislativo en nuestro país.
Este nuevo periodo promete ser una etapa llena de desafíos significativos, especialmente en el contexto de una agenda legislativa compleja y acelerada promovida por el partido oficialista y sus correligionarios. Pues la naturaleza y el ritmo de muchas iniciativas han impuesto una presión sobre los distintos grupos parlamentarios, quienes debemos estar preparados para enfrentar estos retos con firmeza, visión y responsabilidad.
Desde nuestra trinchera en el grupo parlamentario del PRI, las y los Senadores estamos comprometidos con la defensa de los intereses de las y los mexicanos. Nuestra misión es clara: ser guardianes de los principios fundamentales de un Estado Constitucional de Derecho. Esto incluye la defensa de la independencia judicial, un pilar esencial para la democracia y la protección de los derechos de todas las personas. En este sentido, anunciamos nuestra postura en contra de cualquier reforma que busque socavar la independencia de la judicatura.
No podemos permitir que la separación de poderes, que es la esencia de nuestra República, se vea comprometida por intereses o revanchas personalistas.
En los próximos años seremos una oposición crítica, pero constructiva y sumamente propositiva. Nuestro objetivo no es obstaculizar por el simple hecho de hacerlo, sino asegurar que las leyes y reformas que se aprueben sean en beneficio del país y respeten los principios constitucionales.
La experiencia nos ha enseñado que un Congreso equilibrado y deliberativo es crucial para el buen funcionamiento de nuestra democracia. En este sentido, estamos dispuestos a trabajar de manera conjunta y a dialogar con todas las fuerzas políticas, siempre y cuando se respeten los valores fundamentales de nuestra Constitución.
En este nuevo periodo legislativo, hacemos un llamado a la reflexión y a la prudencia. Las decisiones que tomemos en los próximos meses tendrán un impacto profundo y duradero en la vida de todos los mexicanos. Es nuestra responsabilidad actuar con sensatez y poner los intereses del país por encima de cualquier agenda particular.
La historia nos juzgará por nuestras acciones, y estamos convencidos de que solo a través del respeto a la Constitución y la defensa de un Estado Constitucional de Derecho fuerte y autónomo podremos garantizar un futuro próspero y justo para todos.
Sin duda alguna, en la LXVI Legislatura del Congreso de la Unión, las y los senadores que integramos el grupo parlamentario del Partido Revolucionario Institucional estamos preparados para enfrentar los desafíos que nos esperan, con la firme convicción de que nuestro trabajo debe estar siempre guiado por la defensa de los derechos de todas las personas y los principios democráticos que nos rigen. Nuestro compromiso es con México, con su presente y su futuro.