/ lunes 13 de noviembre de 2023

Falcotitlán | El otro huracán

Cabe decir que el ánimo por levantar Acapulco está en un término medio. Una jugada de empate y una justa medida por los alcances destructivos. Pero veamos, la desidia y la corrupción de tiempos inmemorables en la verticalidad de sus gobiernos, han dejado un rastro evidente de que se necesitaba nuevamente una leve patada en el pesebre para que cayera un castigo divino. ¿Por qué?

El humor, tanto espiritual y corporal es intenso, y emana incomprensión e indolencia en esta zona del Sur Sureste. Una ciudad colapsada, sí. Ya que el huracán categoría 5 llamado "Otis" vino después de "Norma" y "Max", para dejar aprendizaje, pero mucho más responsabilidad en altos mandos Ejecutivos. No hubo acción inmediata, la normalidad se quebró y el sistema socioeconómico se merma a escala.

Acapulco, con un poco más de 658,609 pobladores de acuerdo al INEGI e ITER Guerrero, sufre los estragos de ese fenómeno extraordinario que nos golpeó para propiciar un KO. Ya en la lona, el conteo se fue de largo.

Aquí es donde entra el tema que vincula las áreas de estudio ambiental, social, político y cultural. El Parque Nacional El Veladero, con una extensión de un poco más de 3,617.4 hectáreas, está compuesta de dos polígonos, el Poniente de 2 mil 737.9 hectáreas y el Oriente de 879.4 hectáreas. Recordemos que es una reserva ecológica y un atractivo natural, situada en la zona alta o anfiteatro de la Bahía del puerto de Acapulco, Guerrero, al Sur de México. Como dato extra, el 22 de julio de 1980 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto donde se crea el Parque Nacional El Veladero.

En este sitio se asienta la localidad que lleva el mismo nombre del Parque, la cual derivan numerosos asentamientos irregulares que, en cuantiosas ocasiones han puesto en peligro la conservación ecológica del lugar, la biodiversidad y sobre todo vidas humanas por ser un sitio de asentamientos informales, con designios de ser ilegales e irregulares. Asimismo, el huracán expuso a miles de familias del evento "sobrenatural" y a quienes tuvieron la grandiosa idea de construir viviendas. Hay más de 54 colonias en los polígonos del Parque Nacional El Veladero y Zona Poniente, y en total son más de 10 mil familias que habitan en las colonias asentadas en el Parque, desde la colonia Jardín Azteca hasta Cumbres de Llano Largo. Por favor, haga cuentas de víctimas mortales.

Subrayo que el Parque de manera natural tiene una función para el ecosistema, ya que controla la contaminación y saneamiento ambiental de los centros de población. Se encuentran zonas verdes arboladas, manantiales, especies únicas que deben ser conservadas, así como relictos de selvas perennifolia y subperennifolia, y especies endémicas en este bioma.

También remarco que este Parque Nacional contribuye al control de la contaminación y protección ambiental de nuestra ciudad. Contrarresta con su vegetación el fenómeno de isla de calor de la mancha urbana del puerto, mantiene un paisaje natural, y es una protección para la ciudad ante fenómenos de la crisis climática.

La historia en estos casos es para prevenir, procurar y preservar, sobre todo, vidas humanas. Espero que se entienda que debemos estar en un Estado de Emergencia continuo y permanente, hasta que las sonrisas, la felicidad y los abrazos sean realmente empáticos en los guerrerenses.

Cabe decir que el ánimo por levantar Acapulco está en un término medio. Una jugada de empate y una justa medida por los alcances destructivos. Pero veamos, la desidia y la corrupción de tiempos inmemorables en la verticalidad de sus gobiernos, han dejado un rastro evidente de que se necesitaba nuevamente una leve patada en el pesebre para que cayera un castigo divino. ¿Por qué?

El humor, tanto espiritual y corporal es intenso, y emana incomprensión e indolencia en esta zona del Sur Sureste. Una ciudad colapsada, sí. Ya que el huracán categoría 5 llamado "Otis" vino después de "Norma" y "Max", para dejar aprendizaje, pero mucho más responsabilidad en altos mandos Ejecutivos. No hubo acción inmediata, la normalidad se quebró y el sistema socioeconómico se merma a escala.

Acapulco, con un poco más de 658,609 pobladores de acuerdo al INEGI e ITER Guerrero, sufre los estragos de ese fenómeno extraordinario que nos golpeó para propiciar un KO. Ya en la lona, el conteo se fue de largo.

Aquí es donde entra el tema que vincula las áreas de estudio ambiental, social, político y cultural. El Parque Nacional El Veladero, con una extensión de un poco más de 3,617.4 hectáreas, está compuesta de dos polígonos, el Poniente de 2 mil 737.9 hectáreas y el Oriente de 879.4 hectáreas. Recordemos que es una reserva ecológica y un atractivo natural, situada en la zona alta o anfiteatro de la Bahía del puerto de Acapulco, Guerrero, al Sur de México. Como dato extra, el 22 de julio de 1980 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el decreto donde se crea el Parque Nacional El Veladero.

En este sitio se asienta la localidad que lleva el mismo nombre del Parque, la cual derivan numerosos asentamientos irregulares que, en cuantiosas ocasiones han puesto en peligro la conservación ecológica del lugar, la biodiversidad y sobre todo vidas humanas por ser un sitio de asentamientos informales, con designios de ser ilegales e irregulares. Asimismo, el huracán expuso a miles de familias del evento "sobrenatural" y a quienes tuvieron la grandiosa idea de construir viviendas. Hay más de 54 colonias en los polígonos del Parque Nacional El Veladero y Zona Poniente, y en total son más de 10 mil familias que habitan en las colonias asentadas en el Parque, desde la colonia Jardín Azteca hasta Cumbres de Llano Largo. Por favor, haga cuentas de víctimas mortales.

Subrayo que el Parque de manera natural tiene una función para el ecosistema, ya que controla la contaminación y saneamiento ambiental de los centros de población. Se encuentran zonas verdes arboladas, manantiales, especies únicas que deben ser conservadas, así como relictos de selvas perennifolia y subperennifolia, y especies endémicas en este bioma.

También remarco que este Parque Nacional contribuye al control de la contaminación y protección ambiental de nuestra ciudad. Contrarresta con su vegetación el fenómeno de isla de calor de la mancha urbana del puerto, mantiene un paisaje natural, y es una protección para la ciudad ante fenómenos de la crisis climática.

La historia en estos casos es para prevenir, procurar y preservar, sobre todo, vidas humanas. Espero que se entienda que debemos estar en un Estado de Emergencia continuo y permanente, hasta que las sonrisas, la felicidad y los abrazos sean realmente empáticos en los guerrerenses.