/ sábado 17 de junio de 2023

Evolución o Mutación 

Comprendemos la evolución como “una propuesta de que las especies cambian con el tiempo. Que las especies nuevas provienen de especies preexistentes y que todas las especies comparten un ancestro común”. De igual forma la evolución también se aplica a la política, la economía, los valores sociales, el turismo, etc.

Por su parte, la mutación es “una modificación que se produce en los datos genéticos de un organismo viviente o de cualquier organismo de manera irreversible”, por lo que en el ámbito turístico se debe definir que tipo de cambios se realizaran, sí evolutivos o de mutación que permitan al destino turístico de Acapulco ubicarse en su realidad.

En los años 70’s se manifestaban en la principal vía de Acapulco que se encuentra en la zona turística, con consignas como “Este hotel será hospital”, No se nos olvida a quienes vivimos esos momentos. Dicha actitud molesto al sector turístico y a la sociedad acapulqueña, que veían en esas consignas el vivir o morir que representaba la dicotomía permanente que ha vivido dicha sociedad a través de los siglos de existencia.

Hace mas de 30 años se planteo la necesidad de renovar o reestructurar la actividad turística, reinventando acciones que permitieran la evolución del turismo de ese entonces. Hoy en este periodo, los gritos del pasado se han unido a las acciones de Torruco de quitar la celebración del tianguis turístico en Acapulco, y pareciera ser que hoy es el turno en sus acciones a desaparecer el centro de convenciones de Acapulco propiedad de los habitantes del destino para beneficiar a una empresa cercana al aeropuerto.

El filósofo Goethe decía que “ganar elecciones no es ganar con razón”; por lo que hoy conocemos, su razón sigue siendo acertada dentro de la actividad turística por la que está pasando actualmente Acapulco.

Kant nos aporta su criticismo y Nietzsche nos alerto que “Dios ha muerto” ante el desorden del Ser. Sin embargo, Heidegger nos plateo que el Ser es lo que determina al ente, los turistas determinaran el tipo de actividad turística que tenemos en Acapulco, así como lo bueno y malo que hemos hecho. Por lo que Sartre nos explico en su existencialismo que “el Ser quien muere y no Dios”. Retomando esta idea podemos decir que es el turista el que muere y no la actividad turística la que morirá. Acabar con el CIA seria buscar matar al turismo en Acapulco. Lo que representa la fábula de la gallina de los huevos de oro.

La maestrante Karina Jimenez Cuevas observa una preocupación en la sociedad de este puerto ante la baja a la infraestructura turística que atenta contra la sociedad y la economía de sus habitantes, los cuales directa o indirectamente viven del turismo y se pregunta por el rumbo de Acapulco sobre la mutación que significaría vivir o morir por el turismo.

Comprendemos la evolución como “una propuesta de que las especies cambian con el tiempo. Que las especies nuevas provienen de especies preexistentes y que todas las especies comparten un ancestro común”. De igual forma la evolución también se aplica a la política, la economía, los valores sociales, el turismo, etc.

Por su parte, la mutación es “una modificación que se produce en los datos genéticos de un organismo viviente o de cualquier organismo de manera irreversible”, por lo que en el ámbito turístico se debe definir que tipo de cambios se realizaran, sí evolutivos o de mutación que permitan al destino turístico de Acapulco ubicarse en su realidad.

En los años 70’s se manifestaban en la principal vía de Acapulco que se encuentra en la zona turística, con consignas como “Este hotel será hospital”, No se nos olvida a quienes vivimos esos momentos. Dicha actitud molesto al sector turístico y a la sociedad acapulqueña, que veían en esas consignas el vivir o morir que representaba la dicotomía permanente que ha vivido dicha sociedad a través de los siglos de existencia.

Hace mas de 30 años se planteo la necesidad de renovar o reestructurar la actividad turística, reinventando acciones que permitieran la evolución del turismo de ese entonces. Hoy en este periodo, los gritos del pasado se han unido a las acciones de Torruco de quitar la celebración del tianguis turístico en Acapulco, y pareciera ser que hoy es el turno en sus acciones a desaparecer el centro de convenciones de Acapulco propiedad de los habitantes del destino para beneficiar a una empresa cercana al aeropuerto.

El filósofo Goethe decía que “ganar elecciones no es ganar con razón”; por lo que hoy conocemos, su razón sigue siendo acertada dentro de la actividad turística por la que está pasando actualmente Acapulco.

Kant nos aporta su criticismo y Nietzsche nos alerto que “Dios ha muerto” ante el desorden del Ser. Sin embargo, Heidegger nos plateo que el Ser es lo que determina al ente, los turistas determinaran el tipo de actividad turística que tenemos en Acapulco, así como lo bueno y malo que hemos hecho. Por lo que Sartre nos explico en su existencialismo que “el Ser quien muere y no Dios”. Retomando esta idea podemos decir que es el turista el que muere y no la actividad turística la que morirá. Acabar con el CIA seria buscar matar al turismo en Acapulco. Lo que representa la fábula de la gallina de los huevos de oro.

La maestrante Karina Jimenez Cuevas observa una preocupación en la sociedad de este puerto ante la baja a la infraestructura turística que atenta contra la sociedad y la economía de sus habitantes, los cuales directa o indirectamente viven del turismo y se pregunta por el rumbo de Acapulco sobre la mutación que significaría vivir o morir por el turismo.