El combate contra el delito requiere del trabajo conjunto de tres actores fundamentales: autoridades, sector empresarial y ciudadanía.
A nivel federal, la extorsión ha tenido un aumento del 20 por ciento en los primeros cinco meses del año, respecto al mismo periodo del 2019, de acuerdo con el Secretariado Ejecutivo.
Aunque en Guerrero ha habido una disminución de 52 por ciento en ese mismo lapso, hay una preocupación legítima en el sector empresarial. La semana pasada, el Consejo Coordinador Empresarial (CCE) pidió a las autoridades encabezadas por la gobernadora Evelyn Salgado y la alcaldesa Abelina López, atender este delito que preocupa en diversos mercados de la entidad.
La extorsión es uno de los ilícitos más extendidos por América Latina, frente al cual es indispensable la participación ciudadana y empresarial en el fortalecimiento a la cultura de la denuncia, detonante principal de la intervención policial.
En la Ciudad de México, en la Central de Abasto, uno de los mercados mayoristas más grandes del mundo, la sinergia entre locatarios y autoridades ha sido fundamental para combatir la extorsión gracias a la apertura de la denuncia, garantía a las víctimas y la disposición para investigar, perseguir y desmantelar a los extorsionadores.
La disposición de su directora general, Marcela Villegas, permitió que en 2020 se instalara un módulo del Consejo Ciudadano de la CDMX para brindar asesoría jurídica de forma inmediata. Además, la campaña “Acción y prevención contra la extorsión en la CEDA”, de la cual forman parte la Secretaría de Seguridad Ciudadana, la Fiscalía de la capital y el Consejo, ejemplifica el triángulo contra la extorsión.
Si los tres actores fundamentales colaboran se podrán implementar medidas de seguridad e inhibir el comportamiento delictivo. El triángulo contra la extorsión es clave.
