/ lunes 25 de noviembre de 2024

Cíhuatl... Las mujeres dicen / Es tiempo de mujeres sin violencia

El día que asesinaron a las hermanas Mirabal, 25 de noviembre, se convirtió en una fecha para que en el mundo se empezara a ver la violencia contra las mujeres, como un problema de salud pública. Como un problema gravísimo. Como un problema de género. Como un problema mundial.

Recordemos que durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, de 1930-1961, en República Dominicana, considerada una de las etapas más sangrientas de su historia, fueron asesinadas el 25 de noviembre de 1960 tres mujeres cuyos nombres son: Patria, Minerva y María Teresa Mirabal.

La fecha fue retomada en 1981 para hacer patente esta violencia y en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe se propuso este día, no de los gobiernos, para que en todo el mundo se tomaran acciones y no se permitieran estos actos denigrantes. Podría haber sido cualquier otra fecha, puesto que la violencia en sus diferentes formas hasta su máxima expresión que es el feminicidio, ocurre todos los días y a cada momento en nuestro país y en el mundo. Es el pan nuestro de cada día.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) oficializó la fecha hasta 1999. No ha sido nada fácil ya que este tipo de violencia era ignorada o invisibilizada por una apatía a la causa de las mujeres y que por ello se hacía caso omiso al problema, estructural e inamovible. Se empezaron a modificar las leyes, pero no pasaba nada, se volvía a hacer énfasis en los congresos y se veía muy lento el avance. Claro que sí estamos inscritas en todas las leyes y reformas: en la Convención Interamericana para Prevenir Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (o Belem Do Pará), en la Convención Sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; La ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia; La Alerta de Género y muchas reformas más a nuestra Constitución, pero la verdad es que la violencia no se detiene.

La Organización de las Naciones Unidas informó que cada 10 minutos es asesinada una mujer por razón de género; en el año 2023 informó que 51,100, mujeres en el mundo habían sido asesinadas a manos de su pareja o de otros familiares lo que representa que 140 feminicidios se cometen diariamente.

Y se insiste hoy con una nueva presidenta de la República ¿se tiene esperanza de que las cosas cambien? ¿que la Secretaría de las Mujeres Nacional pueda detener la violencia? ¿Cómo parar esta pandemia como dice Antonio Guterres? La solución podría estar en cada familia, en cada padre y madre de familia, con el ejemplo, enseñando a las nuevas generaciones el respeto que nos merece cada integrante, sin apodos denigrantes, sin insultos, educar con amor, para que los que vienen atrás puedan disfrutar de una vida en armonía, porque tal vez esta generación está perdida.

La campaña de este año dice: “Es tiempo de las mujeres sin violencia” e Iniciamos en los 16 Días de Activismo con actividades cada vez más en México; fueron muchos años en constante lucha y se sigue ignorando el grito de las mujeres al decir ¡basta! a la violencia de género. Hoy por hoy inundan las calles del país mujeres, la mayoría jóvenes, que piden justicia por los recientes crímenes o feminicidios, que buscan a sus hijas. Solo algunos se resuelven, otros llevan muchos años en no encontrar esa justicia anhelada para ellas.

El día que asesinaron a las hermanas Mirabal, 25 de noviembre, se convirtió en una fecha para que en el mundo se empezara a ver la violencia contra las mujeres, como un problema de salud pública. Como un problema gravísimo. Como un problema de género. Como un problema mundial.

Recordemos que durante la dictadura de Rafael Leónidas Trujillo, de 1930-1961, en República Dominicana, considerada una de las etapas más sangrientas de su historia, fueron asesinadas el 25 de noviembre de 1960 tres mujeres cuyos nombres son: Patria, Minerva y María Teresa Mirabal.

La fecha fue retomada en 1981 para hacer patente esta violencia y en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe se propuso este día, no de los gobiernos, para que en todo el mundo se tomaran acciones y no se permitieran estos actos denigrantes. Podría haber sido cualquier otra fecha, puesto que la violencia en sus diferentes formas hasta su máxima expresión que es el feminicidio, ocurre todos los días y a cada momento en nuestro país y en el mundo. Es el pan nuestro de cada día.

La Organización de las Naciones Unidas (ONU) oficializó la fecha hasta 1999. No ha sido nada fácil ya que este tipo de violencia era ignorada o invisibilizada por una apatía a la causa de las mujeres y que por ello se hacía caso omiso al problema, estructural e inamovible. Se empezaron a modificar las leyes, pero no pasaba nada, se volvía a hacer énfasis en los congresos y se veía muy lento el avance. Claro que sí estamos inscritas en todas las leyes y reformas: en la Convención Interamericana para Prevenir Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (o Belem Do Pará), en la Convención Sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer; La ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia; La Alerta de Género y muchas reformas más a nuestra Constitución, pero la verdad es que la violencia no se detiene.

La Organización de las Naciones Unidas informó que cada 10 minutos es asesinada una mujer por razón de género; en el año 2023 informó que 51,100, mujeres en el mundo habían sido asesinadas a manos de su pareja o de otros familiares lo que representa que 140 feminicidios se cometen diariamente.

Y se insiste hoy con una nueva presidenta de la República ¿se tiene esperanza de que las cosas cambien? ¿que la Secretaría de las Mujeres Nacional pueda detener la violencia? ¿Cómo parar esta pandemia como dice Antonio Guterres? La solución podría estar en cada familia, en cada padre y madre de familia, con el ejemplo, enseñando a las nuevas generaciones el respeto que nos merece cada integrante, sin apodos denigrantes, sin insultos, educar con amor, para que los que vienen atrás puedan disfrutar de una vida en armonía, porque tal vez esta generación está perdida.

La campaña de este año dice: “Es tiempo de las mujeres sin violencia” e Iniciamos en los 16 Días de Activismo con actividades cada vez más en México; fueron muchos años en constante lucha y se sigue ignorando el grito de las mujeres al decir ¡basta! a la violencia de género. Hoy por hoy inundan las calles del país mujeres, la mayoría jóvenes, que piden justicia por los recientes crímenes o feminicidios, que buscan a sus hijas. Solo algunos se resuelven, otros llevan muchos años en no encontrar esa justicia anhelada para ellas.

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