/ sábado 2 de noviembre de 2024

Ágora / El último clavo a la cruz

Lamentablemente los apoyos a la población por parte del gobierno han tenido un efecto contrario en la conducta de los habitantes del puerto. La ambición se desató y no contentos con el dinero y enceres que se les dio por el huracán Otis, ahora también quieren que se les den por el huracán John.

Lo cierto es que en el primer caso y por la magnitud del daño a casi toda la población se otorgó a quienes se censaron. Lamentablemente no todos pudieron ser censados porque salieron huyendo del puerto por alguna razón, y cuando regresaron ya no hubo la oportunidad y peor aún se les mintió al prometerles que se les censaría.

Con John quisieron hacerlo diferente y se destacó personal para que constatara el daño a las viviendas y si estaban dentro de los parámetros para otorgar los apoyos se les censo. Muchos se quejaron que no los censaron porque los censadores no consideraron que estuvieran en los estándares para el apoyo; otros que ni siquiera pasaron a sus viviendas. Empero no todos los bloqueadores sufrieron daños, si acaso inundación como lo han tenido otros municipios.

Pero ya aprendieron la lección y ya saben que los bloqueos dobla a las autoridades. Claro que en ambos casos hubo situaciones anómalas tanto del gobierno como de la población. Ejemplo : en una familia se censaron a los padres y los hijos diciendo que ellos alquilaban un cuarto . Los inquilinos se aprovecharon y recibieron el apoyo sin dárselo al dueño para reparar la casa.

Lo cierto es que Acapulco no puede seguir esta línea de exigencia de apoyos en todos los casos y mucho menos que los inconformes bloqueen las vías de comunicación , impidiendo el tráfico vehicular, no solo de los habitantes sino también del poco turista que aún se arriesga a venir. Nos quejamos de falta de trabajo pero hacemos lo contrario para que lo haya . La autoridad no puede quedarse en la omisión permitiendo el caos y faltando a su obligación de resguardar el estado de derecho . Con esto digo, que se puede desbloquear las vialidades sin violentar derecho alguno . Así lo hacen en la CDMX.

Se encapsulan y se les arrincona hasta una acera a los bloqueadores. No se requiere arma alguna. No podemos seguir siendo rehén de unos cuantos y que el puerto siga en su espiral hacia abajo. El inversionista necesita ver acciones gubernamentales que les garantice su inversión o simplemente no invierte y se va a donde les den esas garantías. Acapulco necesita ordenarse e iniciar acciones dentro de la ley.

Crecimos desordenados con la anuencia de la autoridad y hoy pagamos las consecuencias. Entiéndase Acapulco necesita cirugía mayor y acciones urgentes para una mejor planificación urbana. Necesitamos autoridades que apliquen los reglamentos y la ley. Todos tenemos que sujetarnos a la ley sin distingo.

El clavo ya se colocó, no esperemos el martillazo que nos crucificará.

Lamentablemente los apoyos a la población por parte del gobierno han tenido un efecto contrario en la conducta de los habitantes del puerto. La ambición se desató y no contentos con el dinero y enceres que se les dio por el huracán Otis, ahora también quieren que se les den por el huracán John.

Lo cierto es que en el primer caso y por la magnitud del daño a casi toda la población se otorgó a quienes se censaron. Lamentablemente no todos pudieron ser censados porque salieron huyendo del puerto por alguna razón, y cuando regresaron ya no hubo la oportunidad y peor aún se les mintió al prometerles que se les censaría.

Con John quisieron hacerlo diferente y se destacó personal para que constatara el daño a las viviendas y si estaban dentro de los parámetros para otorgar los apoyos se les censo. Muchos se quejaron que no los censaron porque los censadores no consideraron que estuvieran en los estándares para el apoyo; otros que ni siquiera pasaron a sus viviendas. Empero no todos los bloqueadores sufrieron daños, si acaso inundación como lo han tenido otros municipios.

Pero ya aprendieron la lección y ya saben que los bloqueos dobla a las autoridades. Claro que en ambos casos hubo situaciones anómalas tanto del gobierno como de la población. Ejemplo : en una familia se censaron a los padres y los hijos diciendo que ellos alquilaban un cuarto . Los inquilinos se aprovecharon y recibieron el apoyo sin dárselo al dueño para reparar la casa.

Lo cierto es que Acapulco no puede seguir esta línea de exigencia de apoyos en todos los casos y mucho menos que los inconformes bloqueen las vías de comunicación , impidiendo el tráfico vehicular, no solo de los habitantes sino también del poco turista que aún se arriesga a venir. Nos quejamos de falta de trabajo pero hacemos lo contrario para que lo haya . La autoridad no puede quedarse en la omisión permitiendo el caos y faltando a su obligación de resguardar el estado de derecho . Con esto digo, que se puede desbloquear las vialidades sin violentar derecho alguno . Así lo hacen en la CDMX.

Se encapsulan y se les arrincona hasta una acera a los bloqueadores. No se requiere arma alguna. No podemos seguir siendo rehén de unos cuantos y que el puerto siga en su espiral hacia abajo. El inversionista necesita ver acciones gubernamentales que les garantice su inversión o simplemente no invierte y se va a donde les den esas garantías. Acapulco necesita ordenarse e iniciar acciones dentro de la ley.

Crecimos desordenados con la anuencia de la autoridad y hoy pagamos las consecuencias. Entiéndase Acapulco necesita cirugía mayor y acciones urgentes para una mejor planificación urbana. Necesitamos autoridades que apliquen los reglamentos y la ley. Todos tenemos que sujetarnos a la ley sin distingo.

El clavo ya se colocó, no esperemos el martillazo que nos crucificará.