/ viernes 6 de septiembre de 2024

A lo que conduce el delirio de una persona

Esta semana la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión aprobó la reforma constitucional que desmantela el Poder Judicial tal como lo conocemos. Ha pasado ahora a la Cámara de Senadores, donde la coalición encabezada por MORENA busca, en la oposición, un legislador que le dé la mayoría calificada para destruir el sistema de administración de justicia.

La elección de jueces, magistrados y ministros pone en peligro a la sociedad entera, vulnera garantías individuales y viola derechos humanos, tanto de los trabajadores (prestaciones laborales) como de los ciudadanos (derecho a tener un juez profesional, con experiencia y pericia).

Cuando nos subimos a un autobús o un avión o un barco damos por descontado que el tripulante es un experto, con años de experiencia y que ha pasado exámenes de todo tipo.

O si requerimos atención médica, ya sea en el consultorio o en una sala de operaciones, estamos ciertos de que la institución ha hecho las pruebas, evaluaciones necesarias para poner a un médico para dar una simple consulta; y más tenemos confianza en que quien vaya a operar a un familiar o a nosotros mismos, sea un especialista con años de experiencia, pericia, destreza.

A nadie se le ocurre que sea una buena idea la elección popular de estos profesionales. O para construir una casa, un edificio, una presa de agua o una carretera elegir por voto popular a los ingenieros y arquitectos. Y así podría seguir con los ejemplos. ¿Por qué algo tan grave y delicado como la impartición de justicia se debe poner a la elección de los ciudadanos? ¿Usted, estimado lector, dejaría que lo operara un recién egresado de la escuela o facultad de medicina, que fue electo para realizar cirugías? Tal y como propone el presidente, que cualquier egresado de la facultad de derecho puede ser juez o magistrado o ministro.

Es el delirio total. Me he llegado a preguntar si los diputados y senadores de MORENA, PT y PVEM se darán cuenta que están llevando al país al precipicio. Porque parece la “marcha de la locura”. Están viendo que el camino se acaba y aceleran la marcha para caer al vacío.

Esta semana la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión aprobó la reforma constitucional que desmantela el Poder Judicial tal como lo conocemos. Ha pasado ahora a la Cámara de Senadores, donde la coalición encabezada por MORENA busca, en la oposición, un legislador que le dé la mayoría calificada para destruir el sistema de administración de justicia.

La elección de jueces, magistrados y ministros pone en peligro a la sociedad entera, vulnera garantías individuales y viola derechos humanos, tanto de los trabajadores (prestaciones laborales) como de los ciudadanos (derecho a tener un juez profesional, con experiencia y pericia).

Cuando nos subimos a un autobús o un avión o un barco damos por descontado que el tripulante es un experto, con años de experiencia y que ha pasado exámenes de todo tipo.

O si requerimos atención médica, ya sea en el consultorio o en una sala de operaciones, estamos ciertos de que la institución ha hecho las pruebas, evaluaciones necesarias para poner a un médico para dar una simple consulta; y más tenemos confianza en que quien vaya a operar a un familiar o a nosotros mismos, sea un especialista con años de experiencia, pericia, destreza.

A nadie se le ocurre que sea una buena idea la elección popular de estos profesionales. O para construir una casa, un edificio, una presa de agua o una carretera elegir por voto popular a los ingenieros y arquitectos. Y así podría seguir con los ejemplos. ¿Por qué algo tan grave y delicado como la impartición de justicia se debe poner a la elección de los ciudadanos? ¿Usted, estimado lector, dejaría que lo operara un recién egresado de la escuela o facultad de medicina, que fue electo para realizar cirugías? Tal y como propone el presidente, que cualquier egresado de la facultad de derecho puede ser juez o magistrado o ministro.

Es el delirio total. Me he llegado a preguntar si los diputados y senadores de MORENA, PT y PVEM se darán cuenta que están llevando al país al precipicio. Porque parece la “marcha de la locura”. Están viendo que el camino se acaba y aceleran la marcha para caer al vacío.