Miembros de organizaciones sociales revelaron que después del huracán Otis, aumentó el número de infantes que realizan alguna actividad laboral en las calles y playas de Acapulco, por lo que urgieron a las autoridades municipales y del estado implementar programas que disminuya la cifra de los menores explotados.
Señalaron que el tema de la explotación de niñas y niños, es un problema social que se tiene desde hace muchos años pero este no ha sido erradicado debido a que son los mismos familiares los que obligan a estos a realizar actividades laborales en las calles, en las plazas y en todas las playas de Acapulco.
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En el 2023 el Sistema Integral para la Familia (DIF) Acapulco, registro un total de 150 menores de entre cinco a 13 años de edad, realizando algún tipo de actividad desde la venta de dulces, hasta el comercio de ropa, alimentos y malabares en todas las playas y en los distintos cruceros de avenidas como la costera Miguel Alemán, Vía Rápida, Cuauhtémoc, así como plazoletas entre estas la Juan Álvarez en el Zócalo, Sinfonía del Mar y en la Quebrada.
La explotación de los miles de infantes, se realiza pese a que los derechos humanos de este sector importante de la sociedad, están plasmados en propia Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en los tratados internacionales, y en las demás leyes aplicables, así como en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
Los derechos de los menores de edad, que están marcados en la propia constitución, son el derecho a la salud, a la educación, a la convivencia, a la alimentación, así como a los servicios y a una vida libre de violencia, mismos que son violados para miles de niños y niñas que están dedicados a recorrer desde muy temprana hora las cales, los cruceros y las playas en busca del sustento que deben de llevar a sus casas olvidándose de la edad, en la que se encuentran.
Alberto Ramos Díaz, integrante de la organización civil “Mejoremos la vida de los Menores”, dijo que en Acapulco la cifra de pequeños de edades de cinco a 12, 13 y 14 años que son explotados rebasa los 250, por lo que se debe de buscar medidas para reducir este número de explotación infantil que existe y que está en manos de propios padres de familia.
“Los menores que deberían estar en las escuelas y viviendo su infancia como lo marca la ley, pero son explotados por los propios padres quienes los obligan a trabajar jornadas muy largas en las calles, consideró que se debería de proceder como en otros países del mundo, donde las niñas y los niños hacen actividades que están relacionadas a su edad, porque así lo obliga el mismo gobierno, o de lo contrario se procede contra quienes pretender explotarlos, aquí no hay ninguna acción que beneficie a los pequeños”, expresó.
Para estos menores de edad, que recorren día a día bajo los candentes rayos del sol las calles, avenidas, playas y hacer malabares en los cruceros, no hay festejo del 30 de abril (Día del Niño), no hay una escuela donde puedan acudir a recibir un plato con comida y juguetes, que les ayude a recordar que viven una época de infancia donde sus derechos deben de ser respetados.
Tampoco hay una autoridad que implemente acciones concretas para evitar que sean explotados por sus propios familiares, o en otro caso obligados hasta realizar actividades que relacionadas con la prostitución infantil que es otro de los problemas a los que por muchos años, se han enfrentado al ser invisibles para las quienes tienen la obligación de aplicar las leyes que ayudarían a erradicar este tipo de delitos.
