Son niños abandonados, huérfanos y que vivían en extrema pobreza en la región de La Montaña y Sierra de Guerrero, pero eso no fue obstáculo para que algunos infantes que ingresaron muy pequeños a Hogar Infantil Marsh, ubicado en playa Bonfil en la zona Diamante de Acapulco, lograran cumplir su metas y sueños, y ahora son médicos, policías, cultora de belleza, ingenieros en sistema, maestras y músicos.
Jovita Godinez Alonso, fundadora y directora de este hogar infantil, tiene 60 niños y niñas a su cargo, aunque generalmente cuidaba a 85 menores, pero su salida del albergue al cumplir la mayoría de edad para lograr sus sueños ha ocasionado que disminuya la pequeña familia.
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La "Tía", como le dicen estos niños y niñas, se siente orgullosa de sus pequeños que, con mucha dificultad y a base de donaciones, ha sacado adelante desde hace 33 años que se fundó Casa Marsh.
Recordó que con estos niños y niñas que vienen de lugares que nunca han tenido un festejo del Día del Niño o un regalo, aquí han encontrado el cariño.
"Todos los niños vienen de La Montaña y Sierra de Guerrero, de unos pueblitos que ni ellos saben como se llaman y ni siquiera están en el mapa".
Estos infantes que viven en el hogar infantil Marsh llegaron con grandes necesidades; fueron abandonados por sus padres que migraron a Estados Unidos y ya no regresaron, y en otros nunca conocieron a su familia, algunos son huérfanos y otros vivían en pobreza extrema.
Menores cuyas edades van desde los 6 años en adelante son los que viven en este hogar infantil y entre todos cooperan en las tareas del albergue.
Pero muy orgullosa se siente la directora de la casa hogar, Jovita Godínez, quien ha visto como esos pequeños que llegaron sin saber nada ahora son todos unos profesionistas.
Dice que se siente como "a mamá de los pollitos", cuando sus niños, que ahora son mayores de edad, se han convertido en médicos, entre ellos dos hombres y una mujer, quien está haciendo una especialidad en Pediatría Infantil.
El hogar infantil Marsh también dio a la sociedad un médico que está laborando en el municipio de Metlatonoc, ayudando a gente de su comunidad.
Y más orgullosa relata la "Tía" Jovita que uno de los niños, que fue el primero que llegó al hogar infantil, hoy es director de la Policía Cibernética en la Ciudad de México.
"No me cabe el corazón, él fue a hacer una especialidad a Canadá. Los niños han logrado su sueño; hay una niña que desde chica quería ser cultora de belleza y ahorita ya tiene su negocio, además hay varios ingenieros en sistemas, hay cuatro maestras que ya están trabajando".
Todos estos jóvenes profesionistas no se han olvidado de Casa Marsh y siguen apoyando al albergue de donde salieron, además de que vienen y visitan a Jovita.