De martes a domingo doña Jose recorre playas de Acapulco para ofrecer a visitantes y trabajadores de servicios turísticos camarones naturales o a la diabla que son cocinados con su receta especial.
Desde las 6 de la mañana se despierta para cocinarlos y poder llegar a tiempo para recorrer de la playa el Golfito a la Malibu de 12 del día a 5 de la tarde.
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La vendedora coyuquense es madre de 4 hijos, 3 hombres y una mujer: Isidro, Juan, Irving y Donanis, los ha sacado adelante dándoles un techo, comida, educación y vestimenta, entre otros requerimientos.
Desde hace más de 20 años doña Jose prepara los camarones a la diabla con la receta que su madre le enseñó: "llevan chile de árbol, habanero y morita entre mas ingredientes que fascinan a los que me los compran".
Dicho marisco lo compra diariamente frescos a los pescadores de Coyuca de Benítez, quienes se lo llevan hasta la puerta de su casa para ella poderlos cocinar y ofrecerlos en dos variedades.
Doña Jose camina por la arena de la playa bajo los candentes rayos cubriéndose con una gorra color blanca, una blusa manga larga y encima una playera con un logotipo del Frente de Defensa de los Prestadores de Servicios Turísticos al que pertenece y en el otro extremo su nombre rotulado "Doña Jose".
Para no cansarse tanto la comerciante usa unos zapatos especiales para caminar largas horas y poder tener comodidad y evitar lastimaste sus pies.
Son dos grandes cubetas en las que ella transporta los camarones a la diabla y naturales, sirviéndolos en un plato desechable, acompañado de galletas saladas, limón y, para quienes piden, mayonesa.
"Antes el platillo lo daba barato a 25 pesos, hoy todo esta muy caro y lo doy en 100, pero el platillo lo doy lleno, porque si les doy una docena es bien poquito y así lleno la gente se anima".