/ sábado 20 de abril de 2024

Pensar y sentir


Desde el consultorio, la escuela y en todos lados.

¡¡Es que siento que se burlan de mí!!! ¡¡¡Siento que mis compañeros están en mi contra!!!


Tanto en la escuela, casa, lugares públicos, consultorio he notado que gran parte de las personas cuando se da una conversación de confianza entre pares o más, suelen decir: es que siento que, siempre siento, siento que va pasar esto, o siento que la otra persona no me quiere, siento que todo me va a salir mal, y todo el tiempo nos estamos llenando de "sientos" y "sientos", que si fuera dinero, y lo tuviéramos y la escribiéramos con "C", posiblemente tendríamos dinero, pero bueno la verdad objetiva es otra. Lo que se trata es diferente, adentrémonos un poco más en eso que llamamos mente y que otros dicen que no existe, pero que es algo que siempre esta presente y casi no utilizamos, ya lo dijo Humberto Maturana con esta frase: “No es cierto que los seres humanos somos seres racionales por excelencia. Somos, como mamíferos, seres emocionales que usamos la razón para justificar u ocultar las emociones en las cuales se dan nuestras acciones”

Decir "siento" en una conversación o de manera interna, es un mal hábito en el cual sin darnos cuenta nos puede traer pequeños problemas emocionales, ya que realmente lo que se está tratando de decir es: “pienso que”. El pensamiento automático es algo muy común entre los seres humanos, la mayor parte de ellos son no funcionales, erráticos y en totalidad los apuntamos hacia nosotros y los hacemos absolutos; por ejemplo, en el consultorio.

Paciente: Toma asiento, me clava la mirada y arranca con el relato, casi en tono de reclamo dirigido a mi persona. No paró un segundo. No puedo dejar de sentir estas cosas pendientes, me despierto a mitad de la noche, al rato me vuelvo a dormir, pero rápido me despierto. Me acuesto y, en lugar de relajarme todo se pone peor. Quisiera parar un poco, pero no puedo.

Psicólogo: ¿Estas cosas que sientes y en ocasiones no te dejan dormir, son pensamientos? Si, contestó. Claramente sabía lo que le pasaba, era tan fuerte la cantidad de pensamientos errados y negativos que los estaba percibiendo como sentimientos, pero la realidad es que las emociones no se definen y se dan solas. Sino que estas reguladas en gran medida por lo que estamos pensando y por la interpretación de las situaciones que vivimos. Pensar y Sentir son aspectos íntimos vinculados de la experiencia humana que influyen en nuestra percepción, reacción y comprensión del mundo que nos rodea. Estos dos procesos son fundamentales para la cognición y la emoción, y juntos forman la base de nuestra psicología y comportamiento.

En la escuela es muy común con los niños, niñas, adolescentes y jóvenes escucharlos decir: "siento que nadie me comprende y nadie me quiere". En consultorio, como en la escuela, trato siempre de charlar con ellos en un lenguaje en el cual puedan pensar que se pueden identificar, de confianza, y con respeto. Y bueno implementando una técnica muy antigua que data del siglo IV a.C. “Mayéutica Socrática”. Ésta nos ayuda a poder debatir los pensamientos irracionales absolutos que nos están causando dolor y malestar emocional. Esto se hace con preguntas sencillas, ejemplo: ¿Qué tipo de evidencias tienes a favor este pensamiento? ¿y en contra? ¿Estás basando este pensamiento en hechos o en sentimientos? ¿Puede que estés malinterpretando la evidencia que posees? ¿Estás haciendo suposiciones? ¿Puede que existan otras personas que tengan un diferente punto de vista al respecto a este pensamiento? ¿Tengo toda la evidencia necesaria para entender la situación o solo estoy usando mis pensamientos para ellos?

Y es asi como podemos ayudar a la persona a modificar la cognición y parte de su paradigma acerca de la situación que este enfrentando, en ocasiones la persona no ha presenciado ningún evento, solo se encuentra en un encierro obsesivo de pensamientos automáticos que llegan a su mente y que siempre suelen ser no funcionales, estos, son los que provocan una serie signos fisiológicos y psicológicos; pudiendo terminar en rasgos de ansiedad o un miedo irracional a algo que no está físicamente presente.

Es importante como docentes, constantemente estar en contacto con nuestro departamento Psicopedagógico para tener un protocolo antes situaciones, tanto para atención hacia los alumnos y maestros.

Hoy en día el numero de casos por trastornos de ansiedad se ha disparado a nivel mundial y nacional, pero lo que mas preocupa es que aparece una nueva población la cual esta siendo afectada, y esta es la de niños y niñas de un rango de edad de 5 a 12. Es importante blindar en las escuelas y a la población en general con ciertas herramientas como son: habilidades sociales, habilidades de afrontamiento en resolución de problemas, técnicas de respiración diafragmática. Cuidémonos todos. Lo que nos causa malestar emocional no son los hechos o situaciones, si no, la interpretación que le damos a estos.

Son dos aspectos íntimos vinculados de la experiencia humana que influyen en nuestra percepción, reacción y comprensión del mundo que nos rodea. Estos dos procesos son fundamentales para la cognición y la emoción, y juntos forman la base de nuestra psicología y comportamiento.

Pensar:

El pensamiento es la capacidad mental de procesar información, analizarla, sintetizarla y tomar decisiones basadas en ella. Involucra el uso de la lógica, la razón y la memoria para comprender situaciones, resolver problemas y formar opiniones. El pensamiento puede ser consciente o inconsciente y puede variar desde procesos simples, como tomar decisiones cotidianas, hasta procesos complejos, como el razonamiento abstracto y la resolución de problemas complejos.

El pensamiento también está influenciado por nuestras creencias, valores, experiencias previas y la información que hemos adquirido. Puede ser lineal y secuencial o creativo y divergente. A través del pensamiento, creamos conceptos, desarrollamos teorías y estructuramos nuestro conocimiento del mundo.

Sentir:

El sentir se refiere a la experiencia emocional y afectiva que acompaña a nuestras interacciones con el entorno. Las emociones son respuestas subjetivas a estímulos internos o externos y juegan un papel esencial en la forma en que percibimos y reaccionamos ante diferentes situaciones. Algunas emociones básicas incluyen la felicidad, la tristeza, el miedo, la ira y la sorpresa, pero existen numerosas variaciones y combinaciones de emociones.

Las emociones también son una parte integral de la toma de decisiones y la motivación. Por ejemplo, la emoción del miedo puede llevarnos a evitar situaciones peligrosas, mientras que la emoción de la felicidad puede reforzar comportamientos positivos. Las emociones pueden ser fugaces o duraderas y pueden influir en nuestros pensamientos y comportamientos de manera poderosa.

Interacción entre Pensar y Sentir:

Pensar y sentir son procesos interconectados. Nuestros pensamientos pueden influir en nuestras emociones, y viceversa. Por ejemplo, si pensamos constantemente en situaciones negativas, es probable que experimentemos emociones como ansiedad o tristeza. De manera similar, nuestras emociones pueden influir en la forma en que procesamos la información y tomamos decisiones. Cuando estamos emocionalmente cargados, es posible que nuestra toma de decisiones se vea sesgada.

La relación entre pensar y sentir es especialmente evidente en la toma de decisiones morales y éticas. Las emociones como la empatía y la compasión a menudo guían nuestra toma de decisiones en situaciones en las que están en juego los valores humanos fundamentales.

En resumen, pensar y sentir son dos aspectos esenciales de la experiencia humana que interactúan constantemente para dar forma a nuestra percepción del mundo, nuestras decisiones y nuestras respuestas emocionales. Comprender cómo estos procesos interactúan y afectan nuestro comportamiento puede tener un impacto significativo en nuestro bienestar y en nuestras relaciones con los demás.


Desde el consultorio, la escuela y en todos lados.

¡¡Es que siento que se burlan de mí!!! ¡¡¡Siento que mis compañeros están en mi contra!!!


Tanto en la escuela, casa, lugares públicos, consultorio he notado que gran parte de las personas cuando se da una conversación de confianza entre pares o más, suelen decir: es que siento que, siempre siento, siento que va pasar esto, o siento que la otra persona no me quiere, siento que todo me va a salir mal, y todo el tiempo nos estamos llenando de "sientos" y "sientos", que si fuera dinero, y lo tuviéramos y la escribiéramos con "C", posiblemente tendríamos dinero, pero bueno la verdad objetiva es otra. Lo que se trata es diferente, adentrémonos un poco más en eso que llamamos mente y que otros dicen que no existe, pero que es algo que siempre esta presente y casi no utilizamos, ya lo dijo Humberto Maturana con esta frase: “No es cierto que los seres humanos somos seres racionales por excelencia. Somos, como mamíferos, seres emocionales que usamos la razón para justificar u ocultar las emociones en las cuales se dan nuestras acciones”

Decir "siento" en una conversación o de manera interna, es un mal hábito en el cual sin darnos cuenta nos puede traer pequeños problemas emocionales, ya que realmente lo que se está tratando de decir es: “pienso que”. El pensamiento automático es algo muy común entre los seres humanos, la mayor parte de ellos son no funcionales, erráticos y en totalidad los apuntamos hacia nosotros y los hacemos absolutos; por ejemplo, en el consultorio.

Paciente: Toma asiento, me clava la mirada y arranca con el relato, casi en tono de reclamo dirigido a mi persona. No paró un segundo. No puedo dejar de sentir estas cosas pendientes, me despierto a mitad de la noche, al rato me vuelvo a dormir, pero rápido me despierto. Me acuesto y, en lugar de relajarme todo se pone peor. Quisiera parar un poco, pero no puedo.

Psicólogo: ¿Estas cosas que sientes y en ocasiones no te dejan dormir, son pensamientos? Si, contestó. Claramente sabía lo que le pasaba, era tan fuerte la cantidad de pensamientos errados y negativos que los estaba percibiendo como sentimientos, pero la realidad es que las emociones no se definen y se dan solas. Sino que estas reguladas en gran medida por lo que estamos pensando y por la interpretación de las situaciones que vivimos. Pensar y Sentir son aspectos íntimos vinculados de la experiencia humana que influyen en nuestra percepción, reacción y comprensión del mundo que nos rodea. Estos dos procesos son fundamentales para la cognición y la emoción, y juntos forman la base de nuestra psicología y comportamiento.

En la escuela es muy común con los niños, niñas, adolescentes y jóvenes escucharlos decir: "siento que nadie me comprende y nadie me quiere". En consultorio, como en la escuela, trato siempre de charlar con ellos en un lenguaje en el cual puedan pensar que se pueden identificar, de confianza, y con respeto. Y bueno implementando una técnica muy antigua que data del siglo IV a.C. “Mayéutica Socrática”. Ésta nos ayuda a poder debatir los pensamientos irracionales absolutos que nos están causando dolor y malestar emocional. Esto se hace con preguntas sencillas, ejemplo: ¿Qué tipo de evidencias tienes a favor este pensamiento? ¿y en contra? ¿Estás basando este pensamiento en hechos o en sentimientos? ¿Puede que estés malinterpretando la evidencia que posees? ¿Estás haciendo suposiciones? ¿Puede que existan otras personas que tengan un diferente punto de vista al respecto a este pensamiento? ¿Tengo toda la evidencia necesaria para entender la situación o solo estoy usando mis pensamientos para ellos?

Y es asi como podemos ayudar a la persona a modificar la cognición y parte de su paradigma acerca de la situación que este enfrentando, en ocasiones la persona no ha presenciado ningún evento, solo se encuentra en un encierro obsesivo de pensamientos automáticos que llegan a su mente y que siempre suelen ser no funcionales, estos, son los que provocan una serie signos fisiológicos y psicológicos; pudiendo terminar en rasgos de ansiedad o un miedo irracional a algo que no está físicamente presente.

Es importante como docentes, constantemente estar en contacto con nuestro departamento Psicopedagógico para tener un protocolo antes situaciones, tanto para atención hacia los alumnos y maestros.

Hoy en día el numero de casos por trastornos de ansiedad se ha disparado a nivel mundial y nacional, pero lo que mas preocupa es que aparece una nueva población la cual esta siendo afectada, y esta es la de niños y niñas de un rango de edad de 5 a 12. Es importante blindar en las escuelas y a la población en general con ciertas herramientas como son: habilidades sociales, habilidades de afrontamiento en resolución de problemas, técnicas de respiración diafragmática. Cuidémonos todos. Lo que nos causa malestar emocional no son los hechos o situaciones, si no, la interpretación que le damos a estos.

Son dos aspectos íntimos vinculados de la experiencia humana que influyen en nuestra percepción, reacción y comprensión del mundo que nos rodea. Estos dos procesos son fundamentales para la cognición y la emoción, y juntos forman la base de nuestra psicología y comportamiento.

Pensar:

El pensamiento es la capacidad mental de procesar información, analizarla, sintetizarla y tomar decisiones basadas en ella. Involucra el uso de la lógica, la razón y la memoria para comprender situaciones, resolver problemas y formar opiniones. El pensamiento puede ser consciente o inconsciente y puede variar desde procesos simples, como tomar decisiones cotidianas, hasta procesos complejos, como el razonamiento abstracto y la resolución de problemas complejos.

El pensamiento también está influenciado por nuestras creencias, valores, experiencias previas y la información que hemos adquirido. Puede ser lineal y secuencial o creativo y divergente. A través del pensamiento, creamos conceptos, desarrollamos teorías y estructuramos nuestro conocimiento del mundo.

Sentir:

El sentir se refiere a la experiencia emocional y afectiva que acompaña a nuestras interacciones con el entorno. Las emociones son respuestas subjetivas a estímulos internos o externos y juegan un papel esencial en la forma en que percibimos y reaccionamos ante diferentes situaciones. Algunas emociones básicas incluyen la felicidad, la tristeza, el miedo, la ira y la sorpresa, pero existen numerosas variaciones y combinaciones de emociones.

Las emociones también son una parte integral de la toma de decisiones y la motivación. Por ejemplo, la emoción del miedo puede llevarnos a evitar situaciones peligrosas, mientras que la emoción de la felicidad puede reforzar comportamientos positivos. Las emociones pueden ser fugaces o duraderas y pueden influir en nuestros pensamientos y comportamientos de manera poderosa.

Interacción entre Pensar y Sentir:

Pensar y sentir son procesos interconectados. Nuestros pensamientos pueden influir en nuestras emociones, y viceversa. Por ejemplo, si pensamos constantemente en situaciones negativas, es probable que experimentemos emociones como ansiedad o tristeza. De manera similar, nuestras emociones pueden influir en la forma en que procesamos la información y tomamos decisiones. Cuando estamos emocionalmente cargados, es posible que nuestra toma de decisiones se vea sesgada.

La relación entre pensar y sentir es especialmente evidente en la toma de decisiones morales y éticas. Las emociones como la empatía y la compasión a menudo guían nuestra toma de decisiones en situaciones en las que están en juego los valores humanos fundamentales.

En resumen, pensar y sentir son dos aspectos esenciales de la experiencia humana que interactúan constantemente para dar forma a nuestra percepción del mundo, nuestras decisiones y nuestras respuestas emocionales. Comprender cómo estos procesos interactúan y afectan nuestro comportamiento puede tener un impacto significativo en nuestro bienestar y en nuestras relaciones con los demás.